(Miguel escribe)
Bufff! Cuanto tiempo sin escribir!
Pero viendo el post anterior me han entrado ganas.
Y me apetece hablar... de bicis! Pues sí, porque no. Estando en un país
donde mires donde mires hay bicis, merece la pena hablar de ellas. Y al final,
son tan del día a día que prácticamente ni prestas atención a la caótica
cantidad de bicis que hay. Nah, también me apetece escribir sobre ellas porque
llevo unos días que las bicis solo me dan problemas!
Hoy ha nevado y al volver para casa y bajar en mi estación, voy feliciano a
por mi bici y resulta que el candado estaba congelado. Después de pelear con la
llave un buen rato me frustre, y me volví para casa a pata…. Solo de pensar que
mañana me toca ir a la estación andando me da una pereeeza…
Y el sábado nos toco a Nata y a mi
pelearnos con una de esas bicis minis plegables. Nunca había usado una, y juro
que no lo volveré a hacer nunca más. Siempre que vamos a salir algo vamos al
centro de la Haya en bici, el trayecto se hace muy ameno y se disfruta el
paseo. Pero el sábado fue una tortura ver como pedaleaba y no avanzaba! Si
incluso había que pedalear en la bajada, será posible! “Por suerte” a la vuelta
Nata la pillo un rato y se dio cuenta del maldito infierno que era eso, asi no
me tomaban por loco(a maaaal de muchos, consuelo de tontos!). La pobre se tuvo que bajar de la bici, y poco le falto para pegarle algunas patadas y tirarla a algun canal.
Aix… pos ala, ya me desahogue. Y ahora
a escribir de verdad sobre las bicis en Holanda. Que se supone que es de lo que
iba a escribir.
Pos en Holanda hay bicis. Muchas. Y son bonitas. Y de colores.
Pos en Holanda hay bicis. Muchas. Y son bonitas. Y de colores.
Y una foto para ilustrar!
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